¿Qué es el estrés y cómo afecta a tu salud mental? 

Vivimos en una sociedad que está cada vez más acelerada y las exigencias laborales, sociales y personales muchas veces nos sobrepasan. Dentro de este contexto, el estrés se ha convertido en una respuesta común a estas exigencias pero, a menudo, malentendido. Aunque el estrés forma parte de nuestras vidas cuando es persistente, puede tener efectos perjudiciales en nuestra salud mental y emocional.

En este artículo a continuación exploramos qué es el estrés, las causas, los efectos y cómo podemos abordarlos de manera efectiva. 

¿Qué es el estrés? 

Definición psicológica del estrés

Desde la psicología, el estrés es definido como una respuesta del organismo ante una demanda percibida como amenazante o que excede los recursos personales para poder afrontarla. Según Hans Selye, pionero en el estudio del estrés, lo definía como “la respuesta inesperada del cuerpo ante cualquier demanda” (Selye, 1956). No siempre es negativo, en pequeñas dosis puede ayudarnos a reaccionar con agilidad ante desafíos u obstáculos. El problema surge si este se prolonga en el tiempo. 

Tipos de estrés: agudo, episódico y crónico 

  • Estrés agudo: es la forma más común y se presenta de manera puntual ante ciertas situaciones, como una entrevista o examen. Suele desaparecer cuando pasa el evento estresante. 
  • Estrés episódico: ocurre cuando una persona pasa por varios episodios frecuentes de estrés agudo. Por ejemplo, personas que viven con una carga constante de responsabilidades o conflictos interpersonales. 
  • Estrés crónico: se mantienen durante largos periodos de tiempo y puede derivar en consecuencias graves para la salud física y mental. Suele estar relacionado con situaciones persistentes como problemas económicos, relaciones conflictivas o entornos laborales tóxicos. 

Causas más comunes del estrés 

Factores externos: trabajo, relaciones, dinero 

Las causas externas son las que provienen del entorno. Según la American Pyschological Association, las principales fuentes del estrés en personas adultas, suelen ser el trabajo, finanzas y relaciones personales. 

  • Trabajo: jornadas excesivamente largas, presión constante o un mal clima laboral, se pueden convertir en detonantes del estrés. 
  • Finanzas: una inestabilidad financiera o un endeudamiento pueden mantener al cuerpo y mente en un estado de alerta constante, ya que generan incertidumbre. 
  • Relaciones personales: conflictos en la familia o con amigos afectan directamente al equilibrio emocional. 

Factores internos: exigencia, autoexigencia y miedos 

La fuente de estrés no es únicamente externa. También nuestras propias expectativas y creencias lo pueden crear. 

  • Exigencia y autoexigencia: las personas que son muy perfeccionistas o que tienen un alto nivel de exigencia pueden vivir en un estado de tensión constante por no sentirse lo suficientemente válidas. 
  • Miedos e inseguridades: temores relacionados con el fracaso, crítica o rechazo también son fuentes internas del estrés. 

¿Cómo afecta el estrés a tu salud mental? 

Ansiedad, insomnio y estado de ánimo bajo 

Si el estrés se mantiene a lo largo del tiempo, el sistema nervioso se acaba activando de manera constante. Esto puede dar lugar a trastornos como: 

  • Ansiedad: el estrés crónico aumenta la activación fisiológica y esto a su vez puede derivar en ataques de pánico o ansiedad generalizada (Harvard Health Publishing, 2018) 
  • Insomnio: las preocupaciones persistentes dificultan el descanso, lo que provoca trastornos en el sueño que agravan el malestar emocional. 
  • Estado de ánimo bajo: el estrés prolongado disminuye la producción de serotonina y dopamina, que son dos neurotransmisores claves en la regulación del ánimo. Esto puede derivar en aparición de síntomas depresivos. 

Dificultades en las relaciones y toma de decisiones

El estrés también afecta a la manera en la que nos relacionamos y tomamos decisiones. 

  • Relaciones personales: las personas estresadas tienden a mostrarse irritables, menos empáticas y con menos disponibilidad emocional, lo que genera conflictos. 
  • Toma de decisiones: bajo presión, es más difícil pensar con claridad, encontrar soluciones adecuadas o evaluar riesgos. El estrés afecta negativamente a funciones ejecutivas del cerebro como la organización o planificación (McEwen, 2007) 

Señales de alerta del estrés prolongado 

Síntomas emocionales 

Detectar a tiempo las señales del estrés es clave para poder prevenir las consecuencias más graves. Algunos de los síntomas emocionales más frecuentes son: 

  • Sensación de estar desbordado o sin control 
  • Cambios en el humor bruscos 
  • Irritabilidad o impaciencia 
  • Sensación de desesperanza 
  • Dificultad para relajarse o disfrutar 

Síntomas físicos 

El cuerpo también habla si acumula mucho estrés. Algunas de las manifestaciones más habituales: 

  • Dolores musculares 
  • Dolores de cabeza recurrentes
  • Problemas gastrointestinales
  • Palpitaciones o taquicardia 
  • Fatiga constante 

Consecuencias del estrés sin tratar 

Trastornos psicológicos asociados 

El estrés prolongado puede desencadenar trastornos psicológicos: 

  • Trastorno de la ansiedad generalizada (TAG) 
  • Depresión mayor 
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT) 
  • Trastornos psicosomáticos

Impacto en la calidad de vida 

El estrés no solo afecta a la salud mental, sino también a la calidad de vida

  • Disminuye la productividad laboral 
  • Interfiere en la vida social 
  • Dificulta tener hábitos saludables 
  • Provoca aislamiento emocional 

Beneficios de acudir a terapia psicológica 

La buena noticia es que el estrés se puede mejorar si se tiene las herramientas adecuadas. Acudir a terapia psicológica tiene  numerosos beneficios como: 

  • Aprender a identificar y modificar patrones de pensamientos negativos 
  • Desarrollar habilidades de afrontamiento adaptativas
  • Recuperar el equilibrio emocional y prevenir recaídas posibles
  • Mejorar la autoestima y las relaciones interpersonales

Según la Organización Mundial de la Salud, la intervención psicológica temprana es fundamental para así evitar que el estrés evolucione hacia trastornos mucho más graves. Además, terapias como la cognitiva conductual han demostrado ser muy eficientes en la reducción del estrés (Hofman, 2012) 

Cuidar tu salud mental, también es prevenir el estrés 

El estrés no es solo “parte de la vida”, si se convierte en un compañero constante, acabará dañando tu bienestar psicológico. Aprender a reconocerlo, entender las causas y buscar apoyo profesional, son los primeros pasos para una vida más tranquila y saludable. 

Si estás pasando por episodios frecuentes de estrés y quieres aprender a gestionarlos desde todas las perspectivas, hablemos. ¡Contacta conmigo y juntos construiremos el cambio que sueñas!

Referencias: